En líneas generales, un estudio biomecánico del ciclismo es una evaluación detallada de la interacción entre el ciclista y la bicicleta durante el pedaleo.
Tras una buena valoración de la movilidad de las articulaciones, flexibilidad global y de las secuelas de anteriores lesiones analizamos cómo se mueve el cuerpo durante el pedaleo y cómo se reparten los pesos para realizar los cambios necesarios para prevenir lesiones y optimizar el rendimiento.
Algunos de los puntos más importantes que se suelen analizar en un estudio biomecánico del ciclismo son:
- Entrevista y exploración del cuerpo humano:
Identificación de factores que puedan aumentar el riesgo de lesiones.
Valoración de movilidad articular, flexibilidad global y disfunciones musculares. - En cuanto al Ajuste de la Bicicleta:
Altura, retroceso e inclinación del sillín.
Posición del manillar en alcance, altura e inclinación.
Posición de las calas
Longitud de la biela. - Durante el pedaleo:
Ángulos articulares en las distintas fases del ciclo de pedaleo de rodillas, caderas y tobillos.
Evaluación de posibles tensiones musculares o desequilibrios.
Eficiencia del pedaleo
Identificación de posibles desviaciones o irregularidades.
Evaluación de la simetría entre las piernas.
Estabilidad de la pelvis
Distribución de peso sobre la bicicleta entre manillar, sillín y pedales.
Ajuste de las calas de los zapatos. - Feedback y Recomendaciones:
Proporcionar al ciclista retroalimentación sobre su técnica y posición.
Recomendar cambios específicos posicionales o materiales en la configuración de la bicicleta.
Sugerir ejercicios o entrenamientos complementarios.
En resumen, un estudio biomecánico del ciclismo busca optimizar la posición del ciclista en la bicicleta para mejorar el rendimiento, prevenir lesiones y garantizar una experiencia cómoda y eficiente.
Este tipo de análisis es valioso tanto para ciclistas que practican el deporte como actividad de tiempo libre como para atletas de élite que buscan perfeccionar su técnica y maximizar su potencial.